I encuentro Interdisciplinar sobre Biosocialidades
El próximo 22 de junio, miércoles, se celebrará en Broto (Huesca), el I Encuentro Interdisciplinar sobre Biosocialidades, coordinado por nuestro compañero José Ángel Bergua.
I ENCUENTRO INTERDISCIPLINAR SOBRE BIOSOCIALIDADES
Reserva Mundial de la Biosfera Ordesa Viñamala y Grupo de Investigación “Sociedad,
Creatividad e incertidumbre” (GISCI) de la Universidad de Zaragoza
Miércoles 22 de junio de 2022
Broto (Huesca), Sala de Plenos del Ayuntamiento (Av. Ordesa, 1)
La reserva mundial de la biosfera Ordesa Viñamala, creada el año 1977 y ampliada
el 2013, confiesa en sus estatutos, seguramente porque así lo sugiere la UNESCO, que
tiene la voluntad de prestar atención a las relaciones que tradicionalmente han tenido
los pobladores con su entorno natural. En realidad, ese interés es menor, pues pesan
mucho más las miradas “naturalistas”, proyectadas por los científicos naturales, que
prestan atención a especies, geologías, ecosistemas, etc., e igualmente las “totemistas”,
que atienden a ciertas partes de la naturaleza para protegerlas y/o atraer turistas, cosas
bastante unidas y que se han convertido en motor socioeconómico e ideal sociopolítico
no solo de este territorio sino de otros muchos.
Pero el naturalismo y el totemismo (sea ecologista o turístico) son sólo dos modos
de acoplamiento entre el socius y el bios que responden a miradas originalmente
urbanas, pues la ciencia, el ecologismo y el turismo, nacieron en aquel hábitat y se
impusieron a la autopercepción que tradicionalmente ha tenido el entorno rural, de
carácter más bien “animista” y que se encarna en la ganadería, la caza, la horticultura, la
floricultura, las actividades recolectoras, etc. Aunque estas actividades no las
protagonizan exclusivamente los rurales, pues también a muchos urbanos les resultan
familiares, lo cierto es que tienen su origen en los pueblos y que en la modernidad fueron
menospreciadas.
Este menosprecio solo hizo que acompañar a la explotación o intercambio
desigual de bienes, sujetos e información, pues en los tres ámbitos, lo que se fue de los
pueblos se consideró menos valioso que lo procedente de las ciudades. No obstante,
también sucedió que ciertos urbanos, no del todo conformes con el rumbo de su
sociedad, comenzaron a mirar románticamente a la naturaleza y luego a los pueblos, para
convertirlos en objeto de inspiración estética, ideológica, etc. y también en lugar de
protección, vacación y aventura. De este modo, los pueblos y sus entornos pasaron de
ser objeto de explotación y menosprecio a ser objetos de protección y aprecio. Sin
embargo, lo que nunca cambió es que siempre fueron objetos y que las ciudades se
atribuyeron la condición de sujeto. El Estado y las políticas públicas solo hicieron que
apuntalar estas dinámicas estructurales.
Aunque las biosocialidades naturalistas-totemistas y las animistas están afectadas
por o son expresión de las relaciones de dominación que las ciudades han impuesto a los
pueblos, no es menos cierto que, como ocurre en cualquier dominación, también en este
caso la parte subalterna se ha apropiado de lo impuesto, lo ha pervertido, e incluso lo ha
subvertido. Pues bien, las relaciones de dominación, junto con estas resistencias, han
coexistido con relaciones de cooperación o convivencia, no siempre amparadas por las
instituciones, pero igualmente importantes. Pero es que, tanto las relaciones amistosas
como las que no lo son, se han mezclado o apropiado mutuamente. Incluso teniendo
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como agentes de tan contrarios vínculos a los mismos sujetos, grupos o colectivos. Todo
ello ha provocado que la distinción urbano/rural deje de tener sentido. Por otro lado, los
tres tipos de biosocialidad mencionados (naturalismo, totemismo y animismo) admiten
muchas variantes, pues no funcionan igual en manos de mujeres que de varones, ni
tampoco según sea la edad de las gentes, sus trayectorias biográficas, los contextos
locales etc. Así que el abanico de biosocialidades es potencialmente muy amplio, lo cual
diluye todavía más la importancia del hábitat.
El abanico todavía es mayor si tenemos en cuenta no solo el bios que
explícitamente o de un modo inadvertido es incluido por lo social en cualquiera de sus
modalidades, como es el caso de todos los ejemplos anteriores, sino también la
“sociabilidad” que late tras lo biológico, sea cual sea su escala o ámbito, pues también las
células, órganos, especies, ecosistemas, etc. interactúan entre sí y crean sociabilidades.
Todo ello nos obligaría a cuestionar la propia distinción bios/socius, propia del mundo
urbano, que el término “biosocialidad”, a pesar de proponérselo, no termina de superar.
Esto exigiría inventar modos de ver distintos, quizás más apropiados para habitar el fin
de este mundo y lo que le pueda suceder.
La “realidad” que nos ocupará en el encuentro, si puede utilizarse tan
grandilocuente término, hace referencia a distintas clases de biosocialidades que, si bien
tienen que ver con el orden instituido y las distinciones en que se basa, también hacen
referencia a distintas potencias instituyentes, las cuales difuminan las distinciones o
proponen otras.
Todas las actividades que se detallan en el programa estarán abiertas al público,
que también podrá participar en el debate posterior a cada intervención
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PROGRAMA
Miércoles 22 de Junio
Sala de Plenos del Ayuntamiento de Broto (Av Ordesa, 1)
9,45 Presentación
10,00 – 10,20 h. (debate posterior de 20 minutos)
Juan R. Coca
Unidad de Investigación Social en Salud y Enfermedades Raras, Universidad de Valladolid
La Reserva Mundial de la Biosfera Ordesa Viñamala como potencial ejemplo de
etodiversidad social
El concepto de etodiversidad hace referencia a la diversidad funcional en los diferentes
organismos. Coca et al. (2021) han mencionado, recientemente, la importancia de este
concepto para la conservación. Así mismo, estos mismos autores también han expuesto
que la diversidad funcional está relacionada con lo social y la socialidad. Partiendo de esta
idea, se quiere estudiar, desde una perspectiva teórica, la posibilidad de conformar, en la
Reserva Mundial de la Biosfera Ordesa Viñamala, un espacio de etodiversidad social. Para
ello, se analizará, a su vez, el concepto de nicho social y las limitaciones que podrían existir
para su desarrollo. La hipótesis que subyace a este trabajo está asentada en la pregunta
de su este espacio natural podría transformar su significación social actual (espacio de
conservación) y convertirse en un espacio de promoción colectiva de la salud y la
simhedonia.
10,45 – 11,05 (debate posterior de 20 minutos)
Luis Garagalza
Facultad de Filosofía, Universidad del País Vasco
La invención moderna de la montaña.
Uso la palabra “invención” de un modo un poco provocativo, pues juego con el doble
sentido de la palabra inventar: el de crear o producir algo que no existía y el de encontrar
aquellos motivos, ideas o imágenes que nos van a servir para desarrollar un asunto. Esta
ambigüedad de la palabra invención está también presente en la problemática de la
interpretación, que suele ser interpretación (subjetiva) del sentido de un texto (objetivo).
Por lo demás, ya Aristóteles era consciente de ello cuando afirma en la Poética que
mimesis, copia, es poiesis, creación. Un interesante caso de interconexión de los
opuestos. La montaña pone unas condiciones y el ser humano contrapone las suyas
11,30 –11,55 (Descanso)
12,00 -12,25 (debate posterior de 20 minutos)
José Angel Bergua
Facultad de Economía y Empresa. Universidad de Zaragoza
La política del paisaje
El paisaje puede analizarse desde tres puntos de vistas diferentes. Desde un punto de
vista realista puede entenderse que abarca sólo a la naturaleza. Desde un punto de vista
culturalista cabe interpretar que involucra acoplamientos socionaturales. Y desde un
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punto de vista político puede entenderse que es un producto de la dominación de los
pueblos por las ciudades. Los tres puntos de vista se suceden en el tiempo respondiendo
a los cambios que ha ido experimentando la sociedad. Además, cada nuevo punto de vista
englobará y permitirá comprender mejor el anterior. Intentaré mostrar la pertinencia del
punto de vista político. Para ello aludiré a una investigación realizada en una comarca
oscense, el Somontano, parte de ella ocupada por el Parque Natural de la Sierra de Guara
desde 1981.
Descanso y comida
16,00 – 16,20 (debate posterior de 20 minutos)
Lorien Jiménez
Facultad de Ciencias de la salud. Universidad de Zaragoza
La larga anamnesis de la convivencia: custodia humana y personalidad jurídica de la
Naturaleza
La ILP para dotar de personalidad jurídica propia al Mar Menor (Murcia) ha generado un
interés por este tema, el de la naturaleza y los territorios como sujetos de derechos, del
que había carecido en la mayor parte del Norte global. La secularización de las prácticas
sociales y el desarrollo del Estado moderno pueden considerarse las causas principales
de esta indiferencia. No obstante, la influencia de los aprendizajes llegados del Sur y
amplificado gracias al activismo indígena a nivel internacional, y la existencia, siquiera
residual, de ciertas formas nuevas y tradicionales de custodia suponen una base desde la
que reflexionar e intervenir en la línea del reconocimiento de los derechos de la
naturaleza
16,45-17,05 (debate posterior de 20 minutos)
Olatz González Abrisketa
Facultad de Educación, Antropología y Filosofía, Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
Biosocialidades y gestión de la muerte animal
Esta propuesta es una primera tentativa por poner orden a ciertas ideas y materiales en
torno a la muerte, concretamente a la muerte animal. Presentaré algunas escenas
etnográficas en torno a la gestión de la muerte en distintos contextos, con la intención
de ahondar en las biosocialidades que ésta genera, así como para reflexionar en torno a
varias de las ontologías de la muerte que se despliegan en las continuidades y fisuras
semiótico-materiales entre lo rural y lo urbano.
Descanso (17,25- 17,55)
18,00 – 19,00
Propuestas para investigar, organizar futuras reuniones, publicar, etc